Hacía tiempo que no escribía nada nuevo pero hoy me sentía inspirada, sí, justo hoy porque en clase hemos aplicado una nueva estrategía: los contratos!
Mi clase se caracteriza por ser muy habladora y escuchar poco, por no decir nada de nada. Tiene muchas otras cosas buenas pero hay veces en que los docentes estamos a punto de acabar histéricos, como es mi caso jejeje. Y antes de que esto pase y se empiece a crear un ambiente tenso he decidido probar con esto. Ellos saben que hay momentos en los que se puede hablar, debatir, participar, contar experiencias, hablar de nuestros problemas e ilusiones pero hay otros que nos toca escuchar, aunque no nos guste. Siempre he pensado que en una clase con niños las cosas no pueden estar ordenadas ni puede haber silencio absoluto, porque son niños! Pero hay días en los que se les va de las manos y hay que cortar un poquito las alas, por decirlo de alguna manera.
Así que, después de mil y un intentos he decidido aplicar esta estrategia ya que la información que he encontrado me garantiza buenos resultados, ¿será esta la solución? Pronto os contaré qué tal está yendo...
En primer lugar, ellos a través de una lluvia de ideas han decidido qué quieren conseguir y cómo, así que entre todos hemos redactado una serie de normas de comportamiento básicas (respetar los turnos de palabras, escuchar al profesor y a los compañeros, regular el tono de voz en los trabajos de grupo...) y unas recompensas que quieren a cambio. Han salido muy buenas ideas, otras no tanto... (no estoy dispuesta a regalar cromos Pokemon! jajaja).
Después de leer todas las ideas que han dicho se han escogido cuatro de ellas, y lo mismo con las "recompensas". Las hemos firmado todos para dar constancia de que estamos de acuerdo con todo lo decidido. Las hemos escrito en una cartulina grande para colgar en clase y así las pueden tener a la vista y no olvidarse. Después, cada uno de ellos ha hecho lo mismo en una hoja que servirá de registro.
Durante la semana se pondrá un sello en las que han cumplido (todavía no he decidido si será al final del día o después de cada sesión) y a final de semana, en forma de asamblea, verán cómo lo han hecho para decidir si pueden o no conseguir lo que quieren. Las recompensas son: un hora de juegos (sudoku, sopas de letras, crucigramas...), pintar mandalas si acaban las tareas pronto, jugar al bingo de las sumas y a la oca de las restas, escuchar música durante la merienda...
Lo pondré en marcha a partir de mañana mismo, ya os contaré mi experiencia!!!
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